Escritores venezolanos. Conversando y Escribiendo

Este Blog es para unir a un grupo de escritores Venezolanos que quieren compartir sus experiencias, impresiones y escritos. Somos un equipo. Somos amigos. Somos Creativos. Somos escritores.

jueves, 29 de noviembre de 2007

FELIZ CUMPLEAÑOS SORAYA!




Todos tu compañeros de Escritura deseamos para ti un dia maravilloso lleno de alegrias y nuevo año de dicha y bienestar y que siga la ruuuummmmmbaaaa!




FELICIDADES!

miércoles, 28 de noviembre de 2007

EL ATRACO



Al cambiar el semáforo pude observar que un individuo, como a una cuadra de distancia, hacia señas hacia el grupo de personas que cruzabamos la calle. No sé porqué pero sentí una sensación extraña. Ya estaba entrando al callejón cuando vi de nuevo al individuo. Se aproximaba rapidamente y cruzó la calle con el semaforo en rojo. Se dirigía hacia mí.

Traté de no darle importancia, pero comencé a andar más rápido. Timidamente volteé, el tipo seguía detrás de mí, había en él algo que me parecía familiar. Comencé a correr y a internarme en aquel callejón que se hacía cada vez más oscuro y recordé, para mi pesar, que el callejón no tenía salida. Sentía sus pasos muy cerca. Un sudor frío me corría por la espalda. Tenía miedo.

Un poco antes del final del callejón estaba la casa donde había alquilado una habitación hacía un par de días y en mi galope desenfrenado me pasé unos metros de ella. Regresé desesperado. Busqué las llaves en todos mis bolsillos, no las hallaba; no podía entrar y ponerme a salvo. Sus pisadas disminuyeron el ritmo y mis sienes, que parecían estallar, aumentaron el suyo, mientras mis manos hurgaban torpemente en el maletín en busca de las llaves. El tipo se paró como a unos cinco pasos de donde yo estaba y se metio la mano derecha en el bolsillo del pantalón. Me quedé frío. Solté el maletín y agarré un trozo de madera que estaba en el suelo. Me jodí, pensé para mis adentros.

Observé una risa burlona en sus labios y creció en mí una sensación de impotencia indescriptible. Intenté no perder la cordura y pensé que, tal vez, lo mejor sería tratar de negociar con él. El individuo todo lo que hacía era reirse, parecía estar drogado. Le ofrecí mi reloj y el dinero que tenía en la cartera y le expliqué que en el maletín sólo tenía papeles, que podía abrirlo y revisarlo. El tipo continuaba riendo.

Finalmente, en un arrebato de valentía, le dije: “pues entonces tendrás que joderme” y empuñé el trozo de madera con mis dos manos. El hombre, sin dejar de reir, sacó la mano del bolsillo y me dijo: “Qué joder ni que joder mi compadre, lo he estado siguiendo para entregarle estas llaves que dejó en el restaurant”.

LA CITA DE HOY

Wisotzki, Rubén. Los autores enfrentan a sus fantasmas en un libro. El Nacional, 27.12.2001.

“En los Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja, en España, se realizó un trabajo excepcional: la recopilación de testimonios de más de 200 escritores destacados de todo el mundo que respondieron a la siempre obligada pregunta: ¿por qué escribe usted? El resultado de la encuesta es una obra excepcional que fue publicada este año”.

¿Por qué escribe usted?

“No diré nada nuevo. No es sino el deseo que existe en cada ser de dejar una huella, siquiera la firma de un dedo sobre un espejo empañado”.

Jaroslav Seifert (Checoslovaquia).

lunes, 26 de noviembre de 2007

EL HOMBRE DE LA MULITA




El sitio no era cómodo. Las alimañas subían por su cuerpo y sentía el monótono e insistente canto de los zancudos en cada momento. Se quitó el sombrero y se secó el sudor de la frente. Estaba acostumbrado a esas incomodidades cada vez que se iba al monte a esconderse de la recluta y en sus frecuentes viajes de cacería, en busca del sustento de la familia. Sus pensamientos y preocupaciones se centraban en Marisela. Juró que hasta ese día llegaría todo ese enredo. Era un buen sitio y la noche estaba de su parte.

Cabalgando en Enamorado y las riendas de la mula atadas a la cola del mismo, silbando su tonada favorita el coronel JOB se adentró en la noche; sus lascivos pensamientos, impregnados de aquella joven mujer y dirigiéndolo como hipnotizado hacia la casa motivo de su lujuria. La mula, negra como la noche misma, curiosamente pequeña, con su paso nervioso y apurado parecía presentir lo que sucedería. Cuando el coronel silbaba esa tonada, ella siempre terminaba con un liviano y perfumado cuerpo sobre sus lomos.

Los campos de guerra ya eran cosa del pasado, los tantos muertos que pesaban en su espalda no le traían el mínimo cargo de conciencia. Así, matando y poniendo a prueba su osadía, había ganado su título en las guerras intestinas que habáin asolado al país. Ahora tendría unos cincuenta y tantos años, un bigote grueso cubría parcialmente una cicatriz en el labio superior; su figura sobre el caballo lucia imponente a pesar de la edad y del abultamiento de su estómago sobre el impecable uniforme.

Siempre lo había hecho, pero ahora, en tiempos de paz, se dedicaba casi exclusivamente a su pasatiempo favorito: seducir jovencitas, preñarlas y luego abandonarlas a su suerte. Según dicen las malas lenguas, la cicatriz en los labios se la hizo un marido celoso por allá por los lados de oriente y por ello, ahora, se dedica sólo a muchachitas. Él dice que fue en la batalla de El Guapo. En su único matrimonio tenía tres hijas, ya casanderas, a quienes no permitía ni asomarse a las ventanas; su esposa hacía varios años que había desaparecido y, como en todas las cosas de él, en extrañas circunstancias; además, se decía que tenía más de cincuenta hijos naturales y que nunca se preocupaba en averiguar si las jovencitas que seducía pudieran ser de su descendencia. Siendo la primera autoridad de la región y precedido por su fama de crueldad, nadie se atrevía a reprimirle sus perversidades. Según cuentan en uno de esos pueblos, en una ocasión el cura tuvo la osadía de denunciarlo en uno de sus sermones. Más nunca se supo de él.

Al llegar al arroyo detuvieron el paso. Una voz como salida del cielo retumbó en la oscuridad, poniendo en vuelo a los alcaravanes que, furibundos, comenzaron su canto de ira, haciendo silenciar sapos y ranas e interrumpiendo la amorosa y mágica sinfonía de los grillos.

-¡Coronel José Olegario Bolaños !

-¿Qué pasa coño? por instinto se llevó su mano derecha a la cartuchera del revolver.

-¡Alto! ¡No se mueva nojoda! Sin esperar respuesta se vio un fogonazo y luego se escuchó como un estruendo apocalíptico en la soledad de la noche.

¿Sabes con quién te estás metiendo? No creía que alguien tuviese el valor suficiente para enfrentarlo. Tuvo la sensación de estar cayendo poco a poco, muy lentamente, como esa gota de agua que nace del rocío, quieta y cristalina en la flor de la mañana; sin embargo, el disparo lo había arrancado de la montura del caballo. Por su mente comenzaron a pasar, con mucha rapidez, infinidad de imágenes, instantáneas de su agitada vida. No tenía la certeza de estar hablando o pensando, mucho menos de que estaba herido de muerte.

-¿Qué será ese dolor en el centro del pecho y esa luz brillante que ciega mis pupilas?

Los ojos más hermosos que había visto estaban en aquella hembra; tenían el misterio de toda mujer nueva, intocada. Fragancia de jazmines en sus cabellos y todas las tentaciones imaginables ocultas por el encanto de sus vestiduras. Juré por mi honor que esa mujer tenía que ser mía y si la familia quiere arrecharse, bueno ¡Que se arreche! Son sólo cuatro mujeres y un pelao que no jode a nadie.

-¿Qué será ese dolor en el centro del pecho y esa luz brillante que…

Juan Vicente revisó la escopeta, colocó un cartucho nuevo y salió del tupido matorral como un tigre al acecho de una presa herida. Era un muchacho de unos catorce o quince años, cuerpo fibroso y curtido por las inclemencias del sol llanero. Se acercó al cuerpo aún tembloroso del coronel, cuya cabeza estaba medio sumergida en el arroyo y la sangre fluía a borbotones de una gran herida en el pecho. Con la punta del pie se la hizo girar y le gritó a todo pulmón: ¡Las familias decentes se respetan ñocarajo! Y se fue caminando por el sendero de tierra negra.




domingo, 25 de noviembre de 2007

ASÍ SOMOS




Plaza “El Cristo” de Baruta, 8 a.m., comienza el movimiento de carros cuyos dueños van hacia algún sitio alrededor de la plaza y buscan estacionamiento. Un chofer está tratando de estacionar y un hombre de aspecto descuidado, desempleado, le guía hacia un puesto vacío en el borde de la calle.

__ Por aquí Doctor, tranquilo que yo se lo cuido. ¡Dele!, ¡dele más!....

__ ¿Ud. es funcionario de la prefectura?

__ No, yo me rebusco en la plaza, tu sabes como está la vaina.

__ Mire, prefiero buscar un estacionamiento con vigilancia.

__ Pero bueno, ¿cuál es el turuleque? ¿Vas a desconfiar ahora?

__ No, no, voy a buscar más adelante.

__ ¿Qué doctor del carajo vas a ser tú? Vete, muévete, que tengo clientes esperando.

sábado, 24 de noviembre de 2007

LA CITA DE HOY

“El don de la palabra es el don del pensamiento. No es hablar mucho, es pensar con una gran precisión, con una gran claridad, con una gran honestidad y decirlo con esa precisión, con esa claridad, con esa honestidad”.

Zapata, entrevistado por Juan A. Gonzalez. La Revista de Caracas, año I, N° 22, p. 36.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

LA CITA DE HOY

“…..que buen idioma el mío, que buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, con pirámides, con tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas…. por donde pasaban quedaba arrasada la tierra…. Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo…. Nos dejaron las palabras.”

Pablo Neruda
(El Diario de Caracas, 23.12.91, p. 53)

martes, 20 de noviembre de 2007

Nueva sección en nuestro Blog: Pecados y Virtudes Capitales.












Hola,

Se me ha ocurrido que, a partir de hoy, voy a publicar una serie de mini-cuentos. Cada cuento estará asociado a una virtud, cualidad, talento o "pecado" de la condición del ser humano.


El primer cuento que he publicado hoy se llama: "Entre gatos no te veas".


El cuento ilustra un atributo del ser humano ¿cuál será?.



Nota.

Las imágenes:

A la Izquierda, Miguel Angel, La creación de Adam.
La coloqué por aquella de "El hombre recién creado libre de culpa y pecado".

A la derecha, Pintura en el Monasterio Saint Antoine Le Grand Adam y Eva.
La coloqué porque todo comenzó por aquella dichosa manzana.

Entre gatos no te veas







No me vayas a comer, que no es tu hora de almuerzo -dice el ratón.

-Mis amos me han dejado solo y hambriento, así que no tengo alternativa -responde el gato-
Además ¿para qué voy a hablar contigo?. Sabes cual es tu final.

-Aunque no lo creas, puedo serte útil. Piénsalo bien. Si me comes ahora, no tendrás qué comer para mañana. Yo podría arreglar eso.

- ¿Tú?... ¿qué puede hacer un miserable y pequeño ratón para conseguirme comida por varios días?. No trates de ganar tiempo. No servirá de nada.

-¡No!... ¡por favor!...al menos escucha mi plan: Los humanos de la casa de al lado odian a los ratones.

- Entonces estarán felices de que te coma.

- ¡Escucha!... puedo hacer que me persigan hasta acá; cuando se den cuenta de que tus amos te dejaron solo, se harán cargo de ti. Así tendrás alimento todos los días.

El gato decidió pensar unos minutos la interesante propuesta. Cuando de repente...

-Hola compadre -saluda entrando a la habitación el gato del vecino-¿qué te pasa que no te comes al ratón que tienes debajo de tu pata?

-Estoy negociando.

-¿Negocias con ratones?

Ahora sí estoy en problemas –pensó el ratón- si no me come uno, me come el otro, tengo que pensar rápido...

- Sí, él quiere que la gatita Mimí me persiga hasta acá para tratar de enamorarla, pero yo le estaba explicando que Mimí era tu novia. –dijo rápidamente el ratón-

-¿Cómo?... ¡Mimí es míiiia!...

Y antes de que el sorprendido gato hambriento pudiese responder algo, el gato del vecino se abalanzó sobre él comenzando una furiosa pelea.
El ratón corrió lo más rápido que le daban sus patitas. Agitado y recobrando el aliento se detuvo en una esquina.
-¡Uff!... esto de ser ratón es todo un oficio

sábado, 17 de noviembre de 2007

LA CITA DE HOY

“……… Además, tengo que revisar, revisar mucho. Y, sobretodo (sic) podar, podar mucho. Esa es la clave, según Pound. Podar, podar y podar. Y, de repente, aparece la palabra fresca y lozana… “

“…… Ay, cuanta ignominia se ha hecho con la palabra. No hoy, ni siquiera ayer. ¡Siempre! ¡Siempre la palabra ha sido descuidada! No hay rigor, no hay desvelo por la palabra. Se dice cualquier cosa. ¡Y cuánto se dice y cuán poco se está diciendo al mismo tiempo. Hay que decir lo máximo con lo mínimo de palabras.”

“…… porque me dieron la palabra. Se me dio la palabra, al igual que a todos los poetas. Y no me la merezco. Es por eso que trabajo tanto con ella, es por eso que vivo tanto con ella, para ver si obtengo su consentimiento algún día.”

“Uno la arma [se refiere a la palabra], uno arma los poetas, y quizá, solamente y siempre quizá, alcanza algo así como un sentido. Pero la verdad, querido amigo caraqueño, uno nunca alcanza nada. Yo creo que la idea de Goethe es buena: el que no puedas llegar nunca es lo que te hace grande. Vamos, escribir poesía no es un privilegio. Se puede ser poeta sin necesidad de haber escrito nada. Para mí, un pintor, Roberto Matta, es el más grande poeta de Chile. ¿Por qué? Porque en él está como en muy pocos la imaginación libérrima, está la gracia, el encanto.”

Gonzalo Rojas. Mi vida nunca sabrá de la muerte. Entrevista con Rubén Wisotzki. El Nacional, C1, 25.11.2001.

PUBLICACIONES DEL GRUPO

Rodríguez Anzola, Reinaldo. La vida. Un misterio tremendamente hermoso. ¡Qué vaina tan buena es vivir! Caracas, Editorial Texto, c.a., 2004

Benarroch, Victoria. Entretejido. Caracas, Eclepsidra, 2007

Levi, Nathalie. Primer viaje del baúl mágico: Los primos conocen a Renoir. Caracas, Alfaguara, 2007

jueves, 15 de noviembre de 2007

GENTE COMO NOSOTROS






La sabana era inmensa, tierra roja y piedras blancas enrojecidas; cubierta de tucupén o paja pelúa, hierba brava de Guayana, cortada a la misma altura, colores claros y desteñidos. La brisa la acariciaba soplando en todas direcciones, jugueteando con las espigas preñadas de semillas que, estremecidas, se retorcían de un lado a otro silbando alegremente y coqueteando fantasías, como en una interminable danza de juegos prenupciales, para volcar en la inhóspita tierra su contenido de vida. Chaparros, palmeras y alcornoques aislados, y un serpenteante y verde morichal, a lo lejos, rompían la monotonía del paisaje.

El cielo claro, muy limpio, azul intenso; al mirarlo en cualquier dirección se unía a la sabana en lontananza, semejando una cúpula gigantesca envolviéndolo todo y haciendo sentir la majestuosidad del universo. El sol, inclemente, en su lento peregrinar se posesionaba del centro de la cúpula, para anunciar el mediodía con sus rayos encendidos, borrando la cara de aquellos hombres bajo la sombra proyectada por sus sombreros.

El conductor detuvo el vehículo, una nube de polvo cubrió el ambiente y perezosamente se disipó en la sabana. Los cinco hombres bajaron visiblemente fatigados por el largo viaje, pero alegres y llenos de optimismo; destaparon sendas cervezas y brindaron por la gran pesca, que en todo el camino el baquiano había fantaseado en su conversación amena y pintoresca; era un joven pemón, bajo de estatura, ojos pequeños achinados, muy vivos, y el cabello abundante y grueso, negrísimo. Era el blanco continuo de los chistes del profesor Efraín, un señor de mediana edad, con un bigote teñido de negro que cubría la mitad de su boca; -este bichito es más arrecho que el perrito cobero- le decía y todos soltaban la carcajada, el indio también reía mostrando sus dientes increíblemente blancos y perfectos.

El baquiano subió al tope de un chaparro, con sus dos manos sobre las cejas oteó la lejanía y regresó alegremente a reunirse con el grupo –de aquí palante teniendo que seguil reito, reitamente, buscando morichal- les dijo. Pero advirtió: -andando con cuidao polque en el morichal habiendo culebra e’agua, golda como rueda e’camión. Efraín se le acercó un poco preocupado e incrédulo preguntó: ¿hay culebras tan grande por aquí? Sí –le respondió- pero tú no teniendo miedo polque culebra no comiendo ñoña. La carcajada, suelta y espontánea del grupo se regó por la sabana ¡te jodieron profe!, y continuaron su camino.

Ya se divisaba imponente el morichal y una gran casa pintada de blanco, con techo a dos aguas, empinado y cubierto de ramas de palmera. Era un oasis en el medio de la sabana inhóspita que habían dejado atrás, en sus recuerdos impregnados de polvo. A medida que se acercaban surgía la belleza hasta ahora oculta y el desierto de la sabana explotaba en vida y colores. Las garzas en formación cruzaban en varias direcciones, pavoneándose en el aire y dejando escuchar sus graznidos, para aterrizar en las copas de los moriches agitando sus grandes alas, cubriéndolos con la caricia blanca de sus plumas para armonizar y contrastar con pinceladas rojas de corocora. Lagartijas y cari caris corriendo temerosos, el gavilán primito escrutando la sabana con su enigmática mirada y los amenazantes alcaravanes con su vuelo rasante desafiando a los intrusos.

El primero en bajar del vehículo fue el pemón José Antonio, que así decía llamarse. Ya en la reja de la entrada se quitó el sombrero y comenzó a agitarlo en el aire, dando brincos y gritando: ¡taita Niiirio!, ¡taita Niiiiriooo!, Nirioó. Mientras los perros, endemoniados, ladraban y agitaban la cola; corrían hacia el portón y regresaban hacia un gran alcornoque, donde escondido con la morocha en las manos y un machete a la cintura los acechaba un individuo, delgado, mal encarado y de torso desnudo. Por detrás de la casa, también con su escopeta en las manos, apareció Nirio.

¡Es Toñón!, ¡es Toñón!... baja la escopeta Tiburcio. ¿Con quién andas Toñón? –grito Nirio desde la casa. Con gente de pá taita, con gente de pá -le replicó el Pemón- y brincó sobre la cerca con la agilidad de un felino. Corrió a abrazar a Nirio, mientras los perros como enloquecidos, lo rodeaban, brincaban, lamían su cara y mordían sus pantalones suavemente, sin hincar sus colmillos, sólo para llamar la atención del recién llegado. Toñón con el sombrero en la diestra los espantaba, ¡salgan palla´, salgan palla’!, dejándome besá mano de mi taita primero –les gritaba- hasta que llegó cerca de Nirio, a quien abrazó con la misma alegría que los perros lo hacían con él. Nirio abrazó al muchacho y lo miró un tanto extrañado, ¿por qué hablas así? –le preguntó-, Toñón le respondió con una inmensa sonrisa.
Nirio era un hombre cercano a los 60 años, de mediana estatura, piel blanca y ojos redondos alegres, sonrisa a flor de labios y cabeza un tanto desproporcionada. Se acercó al grupo y cortésmente los invitó a pasar: adelante muchachos, bienvenidos al Fundo La Alegría. Después de la presentación, los acompañó a sentarse bajo la sombra de un mango frondoso y gigantesco, donde el peón, ahora muy ruiseño, ya había colocado la cava llena de cervezas.

-Me dijo Toñón que vienen de pesca.
-Así es don Nirio, el muchacho nos tiene la boca hecha agua con los cuentos de los pavones y bagres de por estos lados.
-Bueno, primero que nada quítenme ese don de encima, porque un pobre con don... es muy peligroso. Les diré que están llegando en el mejor momento y en la mejor compañía que pudieran tener. Toñón se conoce esto mejor que nadie; desde que era un guarichito se metía por esos vergajales y siempre traía algo, fuese o no temporada.
-No se imagina como nos alegra escuchar eso don...perdón...Nirio. Mire como se le pusieron los ojos al profe; se vino con nosotros de vainita, porque él considera que en El Guri es donde están los verdaderos placeres del pavón; no cree nada de lo que nos ha dicho José Antonio y ha venido jodiéndolo por todo el camino.
-¿Y quién es José Antonio?
-José Antonio es el baquiano...¡Toñón!
-Caramba sí es verdad, por favor discúlpenme. Ese es su nombre cristiano, se lo puso mi esposa Mair cuando el guaricho tenía como 6 años, pero su nombre es Akonotón, que en lenguaje Pemón quiere decir: gente como nosotros. Su madre nos lo entregó unos meses antes de regresarse a la Gran Sabana para que lo educáramos, tenía 5 añitos y desde entonces lo hemos criado aquí en la casa; sin embargo, él siempre va a visitarla.

Para sus adentros, los visitantes coincidieron en un pensamiento: esa es la eterna mala leche del indio; se lo entregan para que lo eduque y lo que hacen es esclavizarlo para explotarlo en la finca, sin darle la mínima oportunidad. Claramente conmovido, uno de ellos preguntó:
-Pero... ¿no aprendió Español con ustedes?
-¿Cómo dice?...¿me quiere tomar el pelo?
-No, de ninguna manera mi querido amigo... lo que pasa es que...
Nirio no lo escuchaba, recordó la gran sonrisa de la bienvenida y pasaron por su mente las mil y una picardías que, desde niño, le encantaba jugarle Toñón a quien se le pusiera por delante, sin diferenciar edad, color ni posición social; finalmente reaccionó y con mucho orgullo les dijo:
-¡Claro que sí!, lo habla perfectamente...el año que viene se graduará de médico.

Los cuatro hombres se quedaron boquiabiertos, fríos, para luego, mirándose entre si, soltar su carcajada característica al unísono. Nirio, que reía como por inercia, -preguntó- ¿Qué pasó... he... he dicho algo inapropiado?
-No, no, no, mi querido amigo, lo que sucede es que el carajito ese nos ha tomado el pelo desde que salimos de Ciudad Bolívar.

El sol terminaba su peregrinaje silencioso, para iniciar su lento y hechizante rito del atardecer, sobre unas lomas, que azules, se asomaban soñolientas en la lejanía.


Julio C. Chávez G.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

LA CITA DE HOY

“Escribir es llegar a la misma soledad, es descender al frío abismo de uno mismo”.


Kafka. El Nacional, 19.11.88 (“Pensamiento del día”)

domingo, 11 de noviembre de 2007

LA CITA DE HOY

“Pienso que los escritores, más allá de las durezas de nuestras propias vidas y de nuestros dolores personales, somos seres privilegiados porque hay gente que lee lo que escribimos. Nuestro oficio es secreto. Cuando vas al teatro ves al actor. Pero al escritor no lo ves, él es un ser privado. Y la respuesta que recibe el arte de la escritura es también privada e íntima. Normalmente la gente lee en silencio. Para mí la lectura es la puerta hacia el conocimiento y el saber”.

Mempo Giardinelli. El Nacional, Escenas, p. 4, 08.11. 07

(Escritor argentino, ganador del premio “Rómulo Gallegos”, 1993, con la novela Santo oficio de la memoria.)

Para crear Personajes: Juegos de Video. ¿Quien se Anota?



Recientemente una amiga a la que llamaré “Cristina” se inscribió en un curso para elaborar guiones. La primera tarea que le asignaron fue crear un personaje.
Debía crear un personaje que fuera parte de si misma: bien sea la parte explicita de su personalidad o su lado oculto. Lo importante es que el personaje se basara en lo que ella había vivido como experiencia: en su propia vida.

Como Cristina trabaja en mercadeo, esta rodeada de gente joven que esta en continua investigación de nuevos recursos audios visuales para publicitar productos. Requisito indispensable en un ambiente económico y social continuamente cambiante.

Cristina comenzó a comentar a sus compañeros de trabajo “que nada sabían de guiones y personajes”, la tarea que le habían asignado.

Una tarde, su grupo de compañeros de trabajo le hizo una invitación para ver una película en la casa de uno de ellos.

Cual seria la sorpresa de Cristina cuando llegaron a una sala con una computadora que tenía un software diseñado para crear personajes. Entre todos ayudaron a Cristina a decidir cual era la nacionalidad del personaje, el sexo, el signo zodiacal, el tipo de trabajo que tenia y pare usted de contar.

Finalmente decidieron que seria una mujer alta, rubia, de contextura delgada llamada “Rhona”, quien sería una ejecutiva del signo Escorpio que tenia un amante pero que vivía sola. Describieron además al amante de Rhona que se llamaría Renny.

Los muchachos iban ingresando los datos en la computadora y la emoción se extendió de tal forma que hasta los dueños de la casa que eran los padres de uno de ellos se involucraron en el proyecto. Estuvieron todos juntos hasta la medianoche.

Podían ver a Rhona y a Renny dormir, cepillarse los dientes, pelear, salir a trabajar. Podían ver a sus personajes en su vida cotidiana. Los personajes habían cobrado vida.

Todavía mi amiga no estaba segura de qué iba a tratar la historia. Pero era mas fácil “ponerse en los zapatos” del personaje. En su vida cotidiana mi amiga Cristina se preguntaba ante ciertas situaciones “¿Cómo reaccionaria Rhona en este momento?”.

Cristina sigue escribiendo su guión y esta a punto de terminarlo. Lo último que supe es que Rhona iba a ser un personaje virtual metido en una computadora que se iba a comunicar con el mundo exterior a través de un software.
El guión se basaba en Rhona comunicándose con el mundo exterior cada vez que alguien entrara a la computadora.

Tomando esta experiencia de la vida real de mi amiga Cristina. Me puse a pensar ¿Que podemos hacer nosotros “Escritores venezolanos” para el mundo?

Se me ocurre que podemos tener una sección llamada: “Nuestro Guión”.

Podemos empezar a crear un personaje y depende de lo que decida la mayoría vamos eligiendo en grupo cómo va a ser nuestro personaje. Vamos agregando detalles y nuevos personajes hasta que construyamos una historia.

Podemos usar imágenes y fotos de distintas paginas Web con hombres y mujeres de diferente edad, color, y por votación vamos eligiendo cual característica queremos que tengan nuestros personajes. La trama va surgiendo poco a poco y la vamos construyendo en grupo.

¿Qué les parece? ¿Quién se anota?


ps: las imagenes son distintos personajes de ficcion pidiendo que los elijan para el guión.

sábado, 10 de noviembre de 2007

LA MUDANZA



Estaba oscuro. Yacía dormido en mi lecho de ramificaciones circulares. El ambiente era muy cómodo. Me había acostumbrado a ese sitio oscuro y cálido. A pesar de estar encerrado, yo crecía incesantemente y nada me perturbaba.

De pronto comencé a escuchar unos quejidos largos y fuertes. Alguien se lamentaba una y otra vez. No sabia que pasaba allá afuera ni quien era la víctima de tan profundo pesar pero lo cierto es que no me dejaba descansar tranquilo.

Comencé a estirarme para ver si lograba alcanzar la pared cóncava que me tenia preso en este sitio. Al principio no lograba acercarme ni un milímetro pero después, conforme el tiempo pasaba, crecía en estatura y me iba aproximando cada vez a la salida. Lo sé porque podía escuchar los quejidos cada vez mas de cerca.

¿Como fui creciendo? No sé. Simplemente sucedió. Me sentía cada vez mas fuerte y mas grande. Todas los días mis extremidades se hacían mas largas y mi peso era mayor. De repente, cuando mi cuerpo estaba a punto de alcanzar la pared que lo encerraba, entré en pánico. Una luz insoportable y un frío penetrante invadieron mis células. Sentí que se desprendían mis extremidades y mucha sangre comenzó a salir de todos lados hasta cubrirme completamente. No podía entender lo que estaba pasando. No pude entender aquella voz que en ese momento dijo algo como: ya lo tenemos, es bastante grande. Menos mal que es un tumor benigno. Esperemos que no haya lesión cerebral.

Ya no estoy tan temeroso como al principio. Estoy rodeado de una pared transparente y floto en un liquido extraño que tiene un olor penetrante. Espero que me vaya bien aquí. Me molesta menos la luz. Y lo mas importante: ya no escucho esos quejidos insoportables
.

viernes, 9 de noviembre de 2007

LA CITA DE HOY

“………… para mi escribir es un acto de amor; las cuatro cosas importantes que hay en la vida son nacer, morir, y entretanto crear y amar. Nacer, naces involuntariamente; mueres aunque no quieras; amar y crear es lo único que puedes elegir y lo único que puede darle algún sentido a esto de estar vivos; y si no tomas conciencia de estar vivo, si no amas y creas, es como si no hubieras nacido”.

Antonia Palacios. El Nacional, 21.4.78, C-22.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Nueva Sección en Nuestro Blog.

Queridos amigos:

Cuando estudiábamos en el ICREA y Luis nos enviaba periódicamente sus “Gotas” de literatura escrita por mujeres, yo venía coleccionando “Citas” y pensaba compartirlas con ustedes. Como es frecuente, la idea se fue olvidando y ahora renació gracias a Liliana y nuestro blog.
Antes de enviarles la primera cita, siento la necesidad de contarles como llegué a ser coleccionista de palabras y de citas. Con seguridad saben que muchas personas coleccionan objetos de muy diverso tipo y valor, pero nadie sabe cuáles son los criterios para decidir que objetos coleccionar. El asunto es tan interesante, complejo y personal, que debe haber tratados sobre la manía del coleccionista y hasta provoca dedicarse a estudiar más profundamente el tema.
Pero volvamos a mi caso particular: en algún momento me surgió la necesidad de coleccionar algo que, sin embargo, no podía definir. Para orientarme empecé por pensar en los coleccionistas que conocía o sobre los cuales había leído. Así fueron surgiendo primero los más obvios: numismáticos, filatelistas, bibliófilos, coleccionistas de obras de arte, barajitas, conchas de animales marinos, discos, broches y prendedores, tarjetas telefónicas, banderines, emblemas, discos, bolígrafos, elefantes de vidrio o cerámica, mariposas, animales disecados, perros, gatos, automóviles, pipas, y un sin fin de objetos de la más variada gama. Después aparecieron los menos obvios: coleccionistas de agravios, de insultos (sin alusiones políticas), de enfermedades, de accidentes, de improperios, de chistes, de hombres (en el caso de las mujeres), de mujeres (en el caso de hombres) y hasta de…… vellos púbicos, según se dice que coleccionaba el Generalísimo Francisco de Miranda, el famoso “hijo de la panadera”. Pues bien, ante tantas posibilidades, mi problema se complicó mucho porque mi interés no encajaba en ninguna de esas categorías.
¿Ustedes se imaginan la mayúscula complicación que significa coleccionar mujeres? O lo costoso, complicado y antieconómico de coleccionar automóviles. En cuanto a vellos púbicos: ¿tienen alguna sugerencia de cómo iniciar y mantener tal colección sin ser un Generalísimo?
Así que cuando ya estaba a punto de abandonar el intento de hacerme coleccionista, tuve una súbita inspiración y recordé que desde niño tenía cuadernos donde anotaba citas literarias, humorísticas o de pensadores famosos. Fue entonces cuando decidí hacerme coleccionista de citas, que me evitaban las complicaciones de costo, ambientes especiales, grandes locales, soportes, aparatos, etc, imposibles de conseguir por el ciudadano común. Fui construyendo mi pequeña colección pero llegó el momento en que me sentí egoísta por guardarlas para mí mismo y por eso decidí compartirlas con ustedes.
Sólo reclamo el crédito de haberlas seleccionado, guardado, y ahora copiado, para los interesados. Advierto finalmente que la mayoría de las citas tienen autor y fuente reconocidos pero otras son tomadas de la prensa y otras fuentes poco confiables, por lo que no puedo dar fe de su autenticidad.

Para esta sección periódica, comenzaré con citas alusivas al escritor y sus fantasmas
.


Eleazar Casado.

La Cita de Hoy



“Ahora después de que me he ocupado por cerca de dos años en buscar una norma, en los cuales me he preguntado cual es la razón, la ambición, el objeto de la vida, comienzo a tener una vaga noción de lo que considero la verdad. Las respuestas a todas esas preguntas están formándose lentamente en mi mente pero actualmente todo es confuso. He recogido un grupo de hechos, ideas, experiencia, pero no puedo aún organizarlos en ningún sistema u ordenarlos en un patrón definido”.

Somerset Maugham. A writer´s notebook. Harmondsworth: Penguin, 1967.


Recopilación. Eleazar Casado.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

VAMOS POR ELLAS









Desde que nací las he tenido conmigo. La vida me ha regalado la suerte maravillosa de disfrutarlas, de sentirlas, de compartirlas y de vivirlas. Junto a ustedes he experimentado los momentos más bellos, los más tristes, los más amargos y los más dulces. Siempre han estado ahí.

Desde que tengo uso de razón, ustedes, gemelas, han sido siempre nuestro gran pilar y mayor tesoro. Nos han dado la oportunidad de hablar cuando queramos y de callar cuando lo necesitamos. De gritar si es nuestro deseo y de estar en constante silencio si nuestro ánimo así nos lo indica. Han sido nuestras aliadas a la hora de brindar avances y a la hora de regalar sonrisas al mundo. ¡¡Ustedes hacían posible que nuestra gente siempre fuera NUESTRA gente!! Y de nadie más…

Pero de un tiempo para acá las he sentido distintas…lejanas…con cada despertar siento que poco a poco las voy perdiendo. Y se, que no soy yo sola quien siente esto. Intento palparlas y se me escapan como agua entre las manos. Las busco y cuando logro encontrarlas se esconden de nuevo. Si antes nos las aprecié, como debía, me disculpo ante ustedes; pero igual les pido a gritos, así como lo hace mi pueblo que ¡¡ POR FAVOR REGRESEN!! Democracia, Libertad, no se vayan…

Se que tienen miedo pero ¡no se dejen vencer! Se que son muchos contra ustedes. Se que la autoridad, el poder, la dominación, la represión y la tiranía quieren desplazarlas…pero ¡ NO SE DEJEN!...Gracias a que ustedes se alejan, mucha gente también se va con ustedes y NUESTRA GENTE deja así, de ser nuestra. Cada vez las sonrisas en las calles son menos, las palabras escasean porque no todas pueden ser pronunciadas, no todas pueden ser utilizadas. Las decisiones nos las roban de las manos y nuestro esfuerzo por ser mejores personas, nos lo arrebatan sin opción alguna. ¡No queremos eso amigas mías! ¡Las queremos de vuelta y para siempre!

La esperanza siempre estará con nosotros, y con ella, junto a ustedes, lucharemos para tenerlas 100% de vuelta. Queremos que nos abracen y que nos empapen de dicha y ganas de no desistir. Deseamos que regresen para que de nuevo nuestra tierra sea ese abanico de opciones que un día fue y que nunca debió desaparecer. DEMOCRACIA, LIBERTAD, se que no están lejos, aún siento algo de su aire. Sólo espero que pronto mi gente (la que se fue y la que aún está aquí) y yo, lo respiremos en cada rincón que pisemos sin temor ni miedo a confundirlas. Queremos observarlas como ya estábamos acostumbrados a verlas: plenas, seguras, con fuertes raíces y lo más importante, irremplazables. ¡Tranquilas mis chicas, que todo mi pueblo va por ustedes!

L.V.D.L.
07-10-2007

Escritores Venezolanos Conversando y Escribiendo

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