Cual cardón enhiesto,
en la agreste serranía,
atisbando en lontananza,
vestigios del amor mío.
Marchado ha para siempre,
cual nube pasajera,
en el cielo turquesino,
de la esperanza mía.
Como flor altiva,
en el pedregal indómito,
hermosa, frágil...esquiva.
Se la ve dulce, irreverente, etérea,
espejismo ignoto
del amor ya ido.
reinaldo colmenares pérez
sept-2007
1 comentario:
Los versos que anteceden los escribí en un momento crucial para mi... cuando perdí un gran amor. Ellos denotan el inmenso pesar y el sentimiento de resignación ante lo inevitable. Gracias a Dios no hay mal que dure cien años ja ja ja.
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