Estaba oscuro. Yacía dormido en mi lecho de ramificaciones circulares. El ambiente era muy cómodo. Me había acostumbrado a ese sitio oscuro y cálido. A pesar de estar encerrado, yo crecía incesantemente y nada me perturbaba.
De pronto comencé a escuchar unos quejidos largos y fuertes. Alguien se lamentaba una y otra vez. No sabia que pasaba allá afuera ni quien era la víctima de tan profundo pesar pero lo cierto es que no me dejaba descansar tranquilo.
Comencé a estirarme para ver si lograba alcanzar la pared cóncava que me tenia preso en este sitio. Al principio no lograba acercarme ni un milímetro pero después, conforme el tiempo pasaba, crecía en estatura y me iba aproximando cada vez a la salida. Lo sé porque podía escuchar los quejidos cada vez mas de cerca.
¿Como fui creciendo? No sé. Simplemente sucedió. Me sentía cada vez mas fuerte y mas grande. Todas los días mis extremidades se hacían mas largas y mi peso era mayor. De repente, cuando mi cuerpo estaba a punto de alcanzar la pared que lo encerraba, entré en pánico. Una luz insoportable y un frío penetrante invadieron mis células. Sentí que se desprendían mis extremidades y mucha sangre comenzó a salir de todos lados hasta cubrirme completamente. No podía entender lo que estaba pasando. No pude entender aquella voz que en ese momento dijo algo como: ya lo tenemos, es bastante grande. Menos mal que es un tumor benigno. Esperemos que no haya lesión cerebral.
Ya no estoy tan temeroso como al principio. Estoy rodeado de una pared transparente y floto en un liquido extraño que tiene un olor penetrante. Espero que me vaya bien aquí. Me molesta menos la luz. Y lo mas importante: ya no escucho esos quejidos insoportables.
3 comentarios:
Así es Lilisú, te felicito; como "quien no tiene quien lo meza saca su pata y se mece", hago yo el primer comentario y me parece excelente tu minicuento. No hago ninguna crítica porque estoy parcializado a tu favor, es un relato muy ágil, atrapa y lleva al lector a imaginarse el final. No me gusta mucho el título pero es tu cuento y por algo lo titulaste así. Lo mejor de tu cuento es que ya iniciaste esa sección que invita a los compañeros a participar.
Gracias por tu escrito, leer de nuevo tus relatos es alegría, el ritmo de tus historias, la velocidad que se siente y luego el detenerse, es una agradable sensación, es arte.
Leopoldo
Lilisu,
tu relato me parece un muy original y bien escrito.El titulo excelente.
Te felicito.
Victoria.B
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