Amigos Icreativos.
Podemos ver en las fotos a algunos que se encuentran lejos; otros que han perdido el contacto con nosotros y alguien quien habiendo concluido su misión en el mundo, nos dejo una memoria imborrable de bellos recuerdos. Dondequiera que estés, te tenemos en nuestro corazon siempre Francine.
Reflexión
Un viaje siempre deja huella; deja huella en el viajero, en la tierra que lo ve partir y en la tierra que lo recibe. El viajero trasciende sus orígenes y se fusiona en un todo; en el río de la vida.
“Dejar huella en el mundo” debe dejar de ser una metáfora para convertirse en un compromiso de vida. Un compromiso mediante el cual no nos conformamos solamente con vivir a través de lo que nos enseñan los libros y los medios de comunicación; nos comprometernos a descubrir la vida personalmente.
Si tenemos el valor de aventurarnos, quizás podamos oler los azules de los mares, palpar los colores de la tierra y dormir arrullados por variados crepúsculos; quizás podamos recibir nuevos abrazos y descubrir otras manos que estrechar; entonces nos daremos cuenta de que nuestro paso por el mundo también dejó huella en la vida de otros.
Liliana Suárez.
Podemos ver en las fotos a algunos que se encuentran lejos; otros que han perdido el contacto con nosotros y alguien quien habiendo concluido su misión en el mundo, nos dejo una memoria imborrable de bellos recuerdos. Dondequiera que estés, te tenemos en nuestro corazon siempre Francine.
Reflexión
Un viaje siempre deja huella; deja huella en el viajero, en la tierra que lo ve partir y en la tierra que lo recibe. El viajero trasciende sus orígenes y se fusiona en un todo; en el río de la vida.
“Dejar huella en el mundo” debe dejar de ser una metáfora para convertirse en un compromiso de vida. Un compromiso mediante el cual no nos conformamos solamente con vivir a través de lo que nos enseñan los libros y los medios de comunicación; nos comprometernos a descubrir la vida personalmente.
Si tenemos el valor de aventurarnos, quizás podamos oler los azules de los mares, palpar los colores de la tierra y dormir arrullados por variados crepúsculos; quizás podamos recibir nuevos abrazos y descubrir otras manos que estrechar; entonces nos daremos cuenta de que nuestro paso por el mundo también dejó huella en la vida de otros.
Liliana Suárez.
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