Extremadamente perseverante en
sus ideales de justicia, buscó apoyo a través del mundo para alcanzar la
independencia hispanoamericana.
Varios episodios de su vida
dan cuenta de que tuvo una mente mucho más amplia de la que su entorno podía asimilar,
razón por la cual sufrió años de prisión y muchos inconvenientes.
Era el hijo mayor de una familia
trabajadora y con deseos de superación en la Caracas del siglo XVIII caraqueño
donde el futuro de los jóvenes estaba marcado por la calidad e hidalguía de sus
ascendientes.
En Venezuela, él y su familia
fueron rechazados por los mantuanos del batallón de blancos descendientes
de españoles al que pertenecía su padre, el oficial y mercader Sebastián
Miranda. Ser un mercader y además casarse con la panadera ubicaba a los Miranda-Rodríguez,
según los mantuanos, en una esfera muy baja para ser oficial del ejército
español.
1770. Tramitó los certificados,
con testigos, de su legítimo nacimiento, buenas costumbres, limpieza de sangre,
de sana vida cristiana y un informe de hidalguía para mudarse a España.
Su relación con las
autoridades militares españolas sufrió grandes altibajos
Entre 1771 y 1783 perteneció
al ejército español. Comenzó como capitán en el batallón del
regimiento de infantería de la princesa y se le asignaron misiones importantes
en Melilla, Argel, Madrid. Sin embargo, afrontó muchos reveses. Fue encarcelado
por contravenir las ordenanzas militares relativas al uniforme; arrestado por
insubordinación; denunciado y acusado por un superior.
1780. en Cádiz fue nombrado
Capitán del regimiento de Aragón y el general Juan Manuel Cajigal,
gobernador de la Habana, lo distinguió como su edecán.
Participación de
Miranda en la independencia de los EE. UU.
Como miembro del ejército
español, combatió en Pensacola (Florida) durante el apoyo que dio España
a EE. UU. contra los ingleses.
Cuando España vence en
Pensacola, Miranda fue promovido a teniente coronel, asignado a Jamaica en
misión secreta: debía conseguir información militar y buques.
1781. Estando en Jamaica se expidió
una orden de arresto en su contra por haber facilitado la visita del
general inglés Campbell a las instalaciones militares españolas en la Habana, aunque
se sabía que otro era el culpable.
Perseguido por las
autoridades religiosas españolas
1782. El tribunal de la
Inquisición emitió orden de prisión contra el caraqueño por opiniones sobre
temas religiosos prohibidos, así como la posesión de libros y pinturas
obscenas.
Sin embargo, Cajigal logró
asignarlo a una nueva campaña contra los ingleses en Bahamas donde nuestro prócer
logró la capitulación del vicealmirante inglés Maxwell, pero no fue recibido
con honores por su éxito, sino sometido a prisión en La Habana, el
gobernador y general Cajigal libera a Miranda y por ello Cajigal fue
destituido.
Miranda desertó del
ejército español
1783. Cajigal y Miranda se dirigían
a España con la intención de demostrar la inocencia de ambos, pero en el puerto
de Matanzas, el prófugo abandonó la embarcación dejando una carta de deserción.
Llegó a EE. UU. justo
cuando concluyó la guerra de independencia.
Abril 1783. Huyendo de los
injustos procedimientos de la monarquía española, descubre las bondades y
contradicciones de la recién instaurada democracia norteamericana.
El hijo de la panadera se las
arregló para almorzar, junto a George Washington, todos los días durante la
visita de ese importante personaje a Filadelfia.
Su gran meta era lograr
la emancipación de las provincias españolas de la América del Sur
EE. UU.,
agradecida con España y en un proceso democratizador tan amplio, no estaba
en el momento apropiado para apoyar los planes de Miranda.
1784. Hizo una estimación
detallada de los costos para equipar a un ejército y obtuvo un préstamo.
1785. Miranda obtuvo ayuda
económica de su amigo John Turnbull, adinerado comerciante inglés que conoció
en Cádiz.
Publicó sus ideas
emancipadoras en importantes medios escritos.
Durante 4 años se dedicó a
conocer Europa y Asia.
1787. Su estadía en Rusia se prolongó
por 10 meses. Conoció a destacadas personalidades, se dio a conocer por el
mundo ofreciendo información acerca de su plan. Obtuvo cartas de apoyo y
recomendación, pasaporte ruso, préstamos y jugosas donaciones de dinero,
además, el derecho a utilizar el uniforme del ejército imperial ruso.
1790. Redactó
una propuesta detallada solicitando apoyo al primer ministro británico, William
Pitt aunque Miranda había batallado en su contra y no había indicios firmes
de que los hispanoamericanos estuviesen desesperados por convertirse en
naciones libres del yugo español.
Participación de
Miranda en la Revolución Francesa
1792. Ingresó en Francia con
pasaporte y nombre ruso en pleno desarrollo de la guerra contra Prusia,
Holanda e Inglaterra.
Francia tampoco podía distraer
su atención y recursos en el proyecto libertario americano de Miranda.
El líder revolucionario
francés, Jérôme Pétion, del bando de los jacobinos, le insistió a Miranda
ingresar al ejército de la Francia revolucionaria, sensiblemente disminuido en
su oficialidad por pugnas internas con los girondinos.
24 agosto 1792. Miranda aceptó,
con la condición de que se le otorgase el sueldo y grado de Mariscal de Campo, así
mismo señaló la conveniencia económica para Francia de llevar a cabo este
proyecto de libertad para las naciones americanas.
Miranda perdió el apoyo
ruso
El gobierno ruso no apoyaba
las ideas antimonárquicas francesas y, por supuesto, tampoco su amiga zarina
Catalina II, la grande, simpatizaba con los sucesos revolucionarios de
Francia, ya que desde 1789 atentaban contra el orden antiguo, los privilegios,
la vida cortesana, la organización feudal de la sociedad y la estabilidad de
las grandes monarquías absolutistas del momento.
Miranda participó en la
batalla de Valmy en la cual fueron derrotadas las fuerzas conjuntas de Austria
y Prusia. Fue ascendido a Teniente General.
Un hecho histórico
relevante afectó su vida y su carrera militar en Francia
1793. El Rey Luis XVI
fue ejecutado en la guillotina. Esto produjo gran conmoción tanto en Francia
como los países vecinos.
Su superior, el general en
jefe Charles Francois Dumouriez (jacobino) se propuso tomar el control de la Asamblea
con auxilio del ejército. Como Miranda no se plegó a ese proyecto, Dumouriez
lo acusó de traidor, cayeron los girondinos, se radicaliza el gobierno en
manos de los jacobinos y ordenan prisión de importantes figuras de la
revolución, entre ellos Francisco de Miranda. Durante el terror jacobino que
guillotinó a 1300 personas, de un bando y del otro, el venezolano pensó
suicidarse.
13 enero 1795. Es liberado. De
julio 1793 a enero 1795 estuvo preso en Francia.
1795. Vivió durante unos meses
rodeado de lujos. Agasajó a la duquesa de Abrantes y a Napoleón Bonaparte,
que consideraba a Miranda como un espía de Inglaterra y España.
Diciembre 1795. Como Miranda
publicaba críticas a las políticas en Francia, el ministro de policía ordenó su
expulsión de Francia, de modo que Miranda permaneció oculto por unos meses.
1797. Hace un nuevo intento de
liberar las colonias hispanoamericanas a través del imperio británico, esta vez
durante 8 años. Ese año Gual y España, que se habían mantenido en contacto con
Miranda, conspiraron contra la corona española.
1799. Miranda es traicionado
por dos de sus más estrechos colaboradores, entregando numerosos documentos a
las autoridades francesas y españolas.
La invasión de Napoleón
Bonaparte a Inglaterra volvió a retrasar sus planes
1803. La prioridad inglesa era
defenderse de Napoleón Bonaparte.
1805. Miranda plantea su
proyecto a Thomas Jefferson, presidente de los EE. UU.
Este no rechaza el proyecto,
pero su gobierno no estaba en condiciones de apoyarlo. Jefferson le dijo
“…usted ha nacido demasiado pronto para ver el esplendor del Nuevo Mundo”.
Con
apoyo de algunos amigos ingleses y norteamericanos consiguió reclutar un
pequeño grupo de jóvenes ajenos a la causa.
28 marzo 1806. Miranda cumplía
56 años, tenía 35 años sin ir a su país, Venezuela. Zarpan rumbo a las costas
venezolanas. Más de la mitad de su tripulación es atrapada y asesinada por los
buques de guerra españoles. Su embarcación logró huir a Trinidad.
Segunda expedición mirandina
03 agosto 1806. Tomaron en el
pueblo de la Vela y se dirigen a Coro. La ciudad estaba desierta, además,
Miranda era absolutamente ajeno y desconocido en su país. Se dirigió a Aruba.
Mayo
1808. El sometimiento de los reyes y el estallido de la insurrección en la península
estimula los planes de Miranda. Varios gobiernos como el británico se ven amenazados,
colaboran con España, aunque fue su antiguo enemigo para formar un frente
contra la invasión francesa.
16 julio 1808. En Caracas, al
llegar las noticias de España, hubo un movimiento popular contrario a lo que
Miranda esperaba. Se manifestaron a favor de Fernando VII.
Sólo las provincias de
Maracaibo, Coro y Guayana se pronunciaron leales a España y no reconocieron al gobierno
de la Junta Patriótica y se levantaron en armas.
A los que se oponían a la
corona se le consideraba hereje porque los reyes se consideraban ungidos por
Dios padre celestial.
Los objetivos de Simón Bolívar
no eran, inicialmente, los mismos que los de Miranda
Los mantuanos crearon la Junta
Patriótica que, en realidad, era defensora de los derechos de Fernando VII. Sólo
pretendía gestionar al país de manera autónoma para ganar poder político.
10 julio 1810. Llegaron a
Inglaterra los representantes de la Junta de Caracas, Andrés Bello, Simón
Bolívar y Luis López Méndez para solicitar la protección de inglesa, armas para
la defensa de la provincia, el apoyo de los oficiales británicos y promoción
del comercio.
Las instrucciones de los
funcionarios españoles respecto a Miranda fueron: ganarse su confianza, valerse
de sus contactos, observarlo, conocer sus planes respecto a las colonias hispanoamericanas
y apoderarse de sus documentos.
14
julio 1810. Miranda se reunió con los caraqueños en Londres. Se convirtió en su guía, intermediario y
consejero. No fue invitado a asistir a las reuniones
entre el canciller de la Gran Bretaña y los comisionados, pero estaba atento.
Les hizo recomendaciones y analizó con ellos los detalles y resultados de las
conferencias. Se animó a invitarlos a cenar a su casa, pero éstos se excusaron.
Se ocupó de presentarles sus contactos, los acompañó a conocer la ciudad.
Propició un encuentro en su casa, entre los tres comisionados y el hijo del
canciller británico, entregó a la prensa local documentos, proclamas e informes
traídos de Venezuela por los caraqueños.
Diciembre 1810. Miranda
regresó a Venezuela, tras 39 años, a unirse al movimiento independentista. Debido
a la diferencia de objetivos, enfrentó intensos debates en la Junta Patriótica.
Se trataba de un desconocido en su tierra, sin embargo, gracias a su
reconocimiento internacional, tuvo oportunidad de presidir la sociedad
patriótica y comandar con poderes amplios la lucha contra los realistas.
Desde abril 1810 a julio 1812,
el alzamiento de las provincias leales al rey y los ataques del General canario
Domingo Monteverde llevaron al fracaso a la primera república. Esto
aunado al demoledor efecto del terremoto, que no sólo destruyó importantes
ciudades, sino resquebrajó al bando patriótico porque los sacerdotes decían que
era la respuesta de Dios irritado contra los herejes que desconocieron al
monarca Fernando VII. Los soldados desertaron persuadidos de que sus almas se
perderían de manera irremediable por haber abandonado al ungido de Dios.
Sus “compañeros”
patriotas le responsabilizaron del fracaso y lo entregaron a disposición de las
autoridades realistas para obtener, a cambio, un pasaporte para salir de
Venezuela.
Estuvo 4 años preso incluso,
por largos periodos, en condiciones muy desesperantes.
El hijo de la panadera
demostró con creces al mundo entero su valía.
Fue un adelantado a su tiempo,
rebelde, con increíbles habilidades intelectuales, siempre en la búsqueda de
grandes metas, tenaz. Dominaba al menos 4 idiomas. Su cultura abarcaba las matemáticas,
el oficio militar, arte, letras y fue, sin proponérselo un gran cronista y
escritor. El diario de Miranda ofrece detalles de sus magníficas experiencias.
Sus frecuentes escritos a grandes personalidades le abrió muchas puertas y
también le ocasionó grandes inconvenientes. A través de sus publicaciones en
importantes diarios internacionales abrió camino a la independencia de los
países hispanoamericanos. Por su fuerza de voluntad convirtió la persecución de
parte de la monarquía española en mayor visibilidad, relevancia y oportunidad
de exponer sus opiniones y juicios adversos a las arbitrariedades españolas.
Lo mismo que hoy, entre
venezolanos, la lucha por el poder, en realidad, nos debilita.
Fuentes
consultadas:
"Francisco de Miranda",
Biblioteca Biográfica Venezolana, Autor Inés Quintero. Publicado por el
Nacional, febrero 2006
https://www.google.es/search?hl=es&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1680&bih=955&q=Francisco+de+Miranda&oq=Francisco+de+Miranda&gs_l=img.12..0l10.2049.2049.0.3515.3.3.0.0.0.0.62.62.1.1.0....0...1..64.img..2.1.61.0.imIrqC68GwI#imgrc=Ca6pIO86QyANlM:&spf=1498330804827